Pertenecemos a una generación en la que la calle era el epicentro de nuestros mejores momentos, donde nos encontrábamos con nuestros amigos del barrio. No les enviábamos un WhatsApp, ¡íbamos directamente a buscarlos a sus casas!
¿Recuerdas cómo en Navidad sacábamos nuestros juguetes a la calle y los compartíamos con los vecinos y amigos? Podíamos quedarnos hasta tarde en la calle disfrutando juntos.
Nuestra diversión se basaba en actividades grupales entre amigos. Pasábamos innumerables horas de alegría callejera, intercambiando “monitos”, encumbrando volantines, jugando a las bolitas (troya, chita y cuarta), a las naciones, saltando la cuerda, jugando al luche, al caballito de bronce, al elástico, y también a la pelota en los pasajes, entre muchas otras cosas divertidas. Y, por supuesto, nos encantaba ir a jugar a los videojuegos. Pasábamos tardes enteras tratando de dominar la máquina.
Por lo general, volvíamos derrotados; una vez más, la máquina nos había vencido.
En nuestra empresa Ventas Arcade, nos dedicamos a crear auténticas máquinas del tiempo para revivir tus mejores recuerdos de la infancia en el presente. Hacemos todo lo posible para evitar que nuestras queridas Máquinas Arcade desaparezcan, transmitiendo de generación en generación nuestros mejores trucos.